Lugo: 3 Día

Este día nos fuimos hasta Ribadeo, unos km antes de llegar al pueblo, nos desviamos para realizar posiblemente la visita más bonita del viaje, la Playa de las Catedrales.

Esta es una playa que cuando baja la marea deja al descubierto grandes moles de roca, en el que se aprecian pequeñas cuevas, agujeros en las rocas, etc. En cambio más tarde tuvimos ocasión de ver la misma playa con la marea arriba y el escenario cambia completamente.

Playa de las Catedrales

En cambio más tarde tuvimos ocasión de ver la misma playa con la marea arriba y el escenario cambia completamente.

Playa de las Catedrales (Marea alta)

Aparte de bajar a la playa, cosa indispensable para apreciar de verdad las formaciones rocosas, también es conveniente dar un paseo, el cual está habilitado, para apreciar unas impresionantes vistas del mar y los acantilados que allí se encuentran.

Acantilados

Tras esta visita nos fuimos a Ribadeo, donde para coger fuerzas, nos comimos una ración de pulpo riquísima y a un precio de lujo.

Ribadeo (Ración de Pulpo)

Dimos una vuelta por el casco antiguo, donde vimos un edificio curioso, de hecho el más emblemático de Ribadeo, Torres de los Moreno.

Ribadeo (Torres de los Moreno)

Desde aquí nos fuimos hasta la zona del faro donde vimos solo por fuera el fuerte de San Damián ya que estaba cerrado y estuvimos en una especie de mirador frente al mar desde donde se veía la desembocadura del río Ribambo al mar. Este río es el que hace de frontera entre Galicia y Asturias, ya que la otra orilla que se veía desde el mirador pertenecía a Asturias.

Ribadeo

A la vuelta a San Ciprián en vez de volver por la carretera convencional, volvimos bordeando la costa, en lo que aprovechamos para hacer una paradita en Rinlo un minúsculo pueblo pesquero, bonito porque entraba el mar hasta parte de él.

Rinlo

De aquí siguiendo la costa viendo preciosos paisajes volvimos a San Ciprián.